|o|Gyu Ri - ID |o|

Edad

Orientación Sexual

Apodo

Casino o Grupo

Rango

{Otros Datos}

- Heredó un gusto nato por la lectura de cualquier género, el hecho de sentir el pasar de las hojas en sus manos, la llena de alegría.
De igual forma, la música es algo que le apasione, más que escucharla o crearla, prefiere bailarla, llegando a dominar un sin fin de danzas de alta categoría.
Debido a lo influyente que fue siempre su familia, la gente desarrolló una especie de "temor" que los llevaba a realizar cualquier capricho que algún pariente tuviera, hecho que a GyuRi siempre le molestó, ya que ella bien sabe que cuenta con la capacidad necesaria como para abrirse paso en el mundo por si sola. Se puede decir que la influencia de su apellido y de su sangre en sí, le molesta un poco.
- Bailar, no hay cosa que disfrute más.
Cocinar pese a que no sea muy buena, es algo que disfruta hacer.
Ir de compras, incluso por la despensa común, salir de casa y empeñar su tiempo en cosas así, realmente le agrada.

- Habilidades -
Dedos ágiles que le permiten reproducir hermosas melodías a piano, al igual que una buena voz que de vez en cuando, acompaña la reproducción de sonidos.
Un cuerpo liviano y movimientos con gracia, la necesaria como para bailar y deleitar a quienes le observan.

- Debilidades -
Hablar de sus padres aun representa un dolor muy grande que de preferencia, intenta evitar. Es un tema que siempre se esfuerza por mantener oculto, ya que no pretende dejar que los demás observen cómo se derrumba por ello.

- Miedos/Fobias -
Desarrolló un miedo inmenso a la próxima perdida de sus seres queridos, por lo que se ha encargado de que, su hermano se mantenga fuera de problemas y su abuela, cuya salud ahora e sun tanto delicada, goce de todas las atenciones médicas que requiera, provenientes de los más exclusivos y equipados hospitales franceses.

- Posesiones -
Guarda y siempre carga consigo un álbum de fotografías familiar en el cual se pueden apreciar un sin fin de cuadros de su familia. De igual forma, siempre carga consigo un collar, cuyo dije fue un regalo de sus padres el día de su graduación.

{Personalidad}

—GyuRi...a veces eres algo extraña—
—La extrañeza radica en los ojos del observador cuando se topa con algo desconocido—
—¿ves? Justamente a eso me refiero, ¿por qué no puedes actuar como las demás chicas?—
—Porque hacerlo sería renunciar a las peculiares cualidades que como seres humanos nos distinguen...te aseguro tú también las posees, pero no les prestas tanta atención. Ahora, si me disculpas, debo irme—

Su educación fue de las más conservadora que cualquier otra persona en la actualidad, pudiera llegar a imaginarse. Su abuela, una anticuada habitante de una de las primeras regiones del país, se encargó de su entera educación, inculcando en ella valores que hoy en día se han ido perdiendo debido a distintas circunstancias. Con un amor mayo hacia la lectura de distintos géneros, cuando de esto se trata, se vuelve una persona sumamente dedicada, capaz de leer hasta cinco libros completos por semana, lo mismo que ha causado que sea sumamente curiosa respecto a distintos temas, según ella, nunca se sabe lo suficiente sobre ningún tema, puesto que el mundo cambia, se descubren nuevas cosas y con esto, nuevas teorías y conocimientos, son presentados. Posee una extraña obsesión por hablar de una manera sumamente formal, siendo esto algo que la caracterizó desde muy joven y pese a las burlas que en ocasiones tuvo que soportar, nunca renunció a esto.

—¿Te imaginas cómo sería vivir en una época antigua? En el siglo XVIII, por ejemplo...—
—¿Siglo XVIII? Estas loca, estamos bien con lo que nos tocó vivir—
—Pero sería interesante, ser testigo de tantas cosas que en ese momento surgieron y aunque los demás no lo llegarán a entender, marcaron historia—
—Vives en un mundo de fantasía—
—No vivo en él, estoy consciente de lo descabellado que suena pero, no puedo evitar hacer surgir la duda...—

Delicada, como si de una bella y frágil flor se tratara. Gusta de cosas sencillas y que por lo general, no llaman la atención de masas enteras, pero a ella, le capturan por completo, es por eso que es catalogada como una chica con una peculiar personalidad y aunque a veces, dichos comentarios se realicen con el afán de molestarle, a ella poco le importa, puesto que a aprendido a lidiar con eso.

—¿Señorita Park?—
—La misma, ¿cómo están mis padres?—
—Siento mucho decirle esto pero...sus padres acaban de fallecer—
—¿f...fallecer?—
—Lo siento mucho, en verdad. ¿Quiere un pañuelo?—
—No, no, estoy bien...—
—Es normal que se sienta así, déjelo salir—
—Estoy bien, yo lo estoy. No lloraré, no lo haré—
—Llorar se puede considerar una necesidad en este tipo de casos—
—No para mi, no es siquiera una opción—
—Pero...no se escucha muy bien...—
—Mi hermano me necesita, debo encontrarlo...no hay tiempo para llorar—

Cuando contaba con 19 años, sus padres fallecieron y su hermano, quedó en completa disposición de ella. Desde ese momento, GyuRi se volvió mucho más fuerte, sintiendo que, el hacerse cargo de su hermano, era ahora su principal responsabilidad. Durante años, paso las no ha en vela, bajo sus cobijas y encerrada en su habitación, llorando la ausencia de sus padres, pero nunca, públicamente. El hecho de que ahora, era un ejemplo a seguir, la limito de cierta manera, provocando que los demás le viesen como una persona fría, pero eso, era sólo una pantalla. No se permite derrotar, no permite que los demás vean sus debilidades, es algo que no se puede llegar a perdonar. Y aunque parezca inhumano, es lo que le ha venido dando resultados desde hace cinco años.

—Eres su hermana, no su madre...—
—Eso es lo de menos, seré lo que él requiera que sea...—

Ese increíble instinto femenino que tan mencionado es entre las mujeres, nació en ella desde muy joven. Amable a tal grado de hacerle el bien, sin siquiera mirar con detenimiento a quien, siempre tendrá al menos una sonrisa para dar a los demás. Es del firme pensamiento de que absolutamente cualquier cosa, buena o mala, sucede porque su repercusión, marcará y guiará su camino. Pese a lo sombrías que se vean las circunstancias, no se deja vencer

{Historia}

Park GyuRi nació el 21 de mayo de 1988, siendo la primer hija de dos jóvenes que, guiados por el inmenso amor que se tenían, se unieron en matrimonio, dando paso a una de las fusiones más mencionadas entre dos familias influyentes de Corea del Sur. Su primogénita, una hermosa niña de finas facciones, rápidamente comenzó a destacar en sociedad, siendo bastante reconocida por la sencillez, pero a la vez, por la elegancia que transmitía con los hechos más simples, como lo son el caminar, inclusive, el parpadear. GyuRi es de las chicas que si o si, independientemente del contexto o la situación, llama la atención. Pese a su corta estatura, posee un rostro bastante agraciado, con facciones finas que se acoplan enteramente a su forma de ser. Un perfil delicado que muchos podrían jurar, es resultado de algún tipo de operación, pero que se trata únicamente de la fabulosa herencia genética que su madre le dejó. Su cuerpo es bien proporcionado, con una cintura diminuta, caderas del tamaño ideal y elementos que resaltan sus atributos. Piernas largas y bien formadas, incluso sus pies, son bastante agraciados.

Su cabello generalmente se mantiene bastante largo, por debajo de los hombros y casi llega el a sus cintura, tenido de tantos colores como le plazca, su clara tez le permite pasar desde un Rubio hasta un negro noche muy cautivador. En más de una ocasión, se le ha presentado la oportunidad de modelar, sin embargo, ella bien lo dice que ese tipo de realidades, no son en las que ella espera encajar.

Desde muy joven, la educación que se me dio ha sido de las más tradicionales que se puedan llegar a presentar, forjando en ella, la chica que la familia ansiosamente esperaba. Pero bien, las cosas no siempre transcurren de la manera planeada y en la vida, llegan situaciones que seis preferible evitar, pero pese a esto, son necesarias. Cuando contaba con diecinueve años, sus padres fallecieron en un trágico accidente, pasando de ser una familia de cuatro a precipitadamente, volverse sólo dos. GyuRi se vio obligada a hacerse cargo de su hermano, teniendo que intercalar sus estudios con los cuidados que requería y a la vez, probando trabajos que le ayudarán a crecer como persona. Fue así como terminó siendo instructora de yoga a pesar de no ser necesario, tomando este como un tarbajod e medio tiempo, ya que, a lo que dedica la mayor parte de su concentración, es a conservar los bienes que sus difuntos padres, generaron en el Oasis Casino.